sábado, 26 de septiembre de 2015

Belleza en la cocina: Menjunje básico para la cabeza

4 años de dedicación y teñidos mal
llevados para... bueno... esto.
(clic para agrandar!)
Y cómo no: hoy, a pedido del público, por primera vez dejo por escrita mi asquerosa receta para mantener el pelo relativamente decente, que he usado desde que iba en primero medio y abusé sin piedad de la plancha (mira qué idiota, si hubiera sabido que los rulos eran "bonitos" en ese entonces...)

Ya que estamos hablando desde la perspectiva de alguien que no tiene ni uno para gastar de más en cuidados especiales, -y que si los tuviera, no se metería más químicos al cuerpo tampoco-, todo lo necesario son cosas que ya existen en cualquier cocina común y corriente:

(no, en serio, estas cosas sí que son fáciles de tener a mano. Art-Attack, a ti te estoy hablando)
  1. 1 ó 2 huevos, dependiendo del largo del pelo
  2. 1/3 taza de aceite de oliva o de pepita de uva (si no, cualquiera, pero pierde el glamour)
  3. 1 ó 2 cucharadas soperas de miel de abejas
  4. canela en polvo (opcional)
Preparación después del salto!

En un pocillo, calentar en microondas el aceite y la miel, la idea es que quede tibio, pero si se nos pasa la mano no importa. Si se opta por usar la canela, agregar antes de calentar.
Separar las yemas, vaciarlas en la mezcla  (dato freak: además de merengue, las claras son súper buenas para reafirmar la piel de la cara. Yo digo nomás). Con un tenedor y toda la energía del mundo, revolver bien hasta que quede todo como una cochinada parecida a los mocos mezcla verde uniforme. Si es necesario, se puede calentar un poco más o poner a baño maría en un recipiente con agua caliente. La idea es que "corra" fácilmente al aplicarlo.
Se puede mezclar un poco de bálsamo si se desea, pero no aporta mucho.

Aplicación:

Desenredar bien y separar el pelo en mechones que sean fáciles de manejar, humedecer un poco las manos para evitar el exceso de pegajosidad, y aplicar primero en las puntas y luego desde las raíces hacia abajo, masajeando para distribuir bien.
Se recomienda empezar con la parte de arriba de la cabeza primero, cosa de ir sujetando el pelo en un moño alto a medida que se aplique. Si sobra, escurrirlo a lo bestia sobre la cabeza o remojar el moño hasta que absorba todo el excedente del pocillo.
Cubrir con una gorra de baño, o alusa plástico (recordemos que somos pabres) y dejar actuar por un mínimo de una hora. A mí me gusta dejarlo toda la noche y lavar al día siguiente.

*Con respecto a la canela: no sólo deja un agradable olor impregnado en el pelo, uno de sus componentes (el mismo que le da el "picor" a su sabor) también se supone que estimula al folículo piloso, generando un cosquilleo suave en el cuero cabelludo.

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